Ejercer como míster es una de las profesiones más comunes entre los jóvenes
Alejandro Gil Martínez es entrenador de fútbol de niños de ocho años en Castellbisbal. A sus 22 años de edad, esta profesión le permite ganar algo de dinero mensualmente y además, tener tiempo para sus estudios.
Gil nos explica qué supone ejercer como míster en un club de fútbol “Yo soy entrenador de niños de entre 7 y 8 años, por lo tanto son benjamines. Te tienes que comprometer a entrenarlos dos veces a la semana, una hora y media cada día. Y además, cada fin de semana juegan un partido, normalmente los sábados por la mañana”.
Le preguntamos qué clase de preparación ha necesitado para conseguir este puesto de trabajo “En estas categorías no te piden ningún título. Yo siempre he jugado al fútbol en Castellbisbal. Si el club te conoce y cree que por tus aptitudes puedes llevar un equipo, te lo ofrecen”.
Cuestionamos al joven cuál cree que es la parte negativa y la positiva de ejercer como entrenador de niños pequeños “Lo peor sin duda es soportar algunas actitudes de los padres. En muchas ocasiones son peores ellos que los niños. Los jugadores que entreno son muy pequeños y no tienen ninguna maldad, es horrible ver cómo los padres intentan que se enfrenten contra los rivales, parece que quieren que sean agresivos.” Aunque la parte negativa frustra mucho a Alejandro, la positiva lo compensa “Ser entrenador de niños pequeños es algo precioso. Muchas veces llego a los entrenos cansado de estudiar o pensativo por problemas personales y ellos con cualquier gesto te alegran el día. Son tan agradecidos, tan alegres, tan honestos… Los niños son mágicos”.
Alejandro Gil anima a todos los jóvenes a buscar su fuente de ingresos en el fútbol infantil “Es una gran experiencia”.
Alejandro Gil Martínez es entrenador de fútbol de niños de ocho años en Castellbisbal. A sus 22 años de edad, esta profesión le permite ganar algo de dinero mensualmente y además, tener tiempo para sus estudios.
Gil nos explica qué supone ejercer como míster en un club de fútbol “Yo soy entrenador de niños de entre 7 y 8 años, por lo tanto son benjamines. Te tienes que comprometer a entrenarlos dos veces a la semana, una hora y media cada día. Y además, cada fin de semana juegan un partido, normalmente los sábados por la mañana”.
Le preguntamos qué clase de preparación ha necesitado para conseguir este puesto de trabajo “En estas categorías no te piden ningún título. Yo siempre he jugado al fútbol en Castellbisbal. Si el club te conoce y cree que por tus aptitudes puedes llevar un equipo, te lo ofrecen”.
Cuestionamos al joven cuál cree que es la parte negativa y la positiva de ejercer como entrenador de niños pequeños “Lo peor sin duda es soportar algunas actitudes de los padres. En muchas ocasiones son peores ellos que los niños. Los jugadores que entreno son muy pequeños y no tienen ninguna maldad, es horrible ver cómo los padres intentan que se enfrenten contra los rivales, parece que quieren que sean agresivos.” Aunque la parte negativa frustra mucho a Alejandro, la positiva lo compensa “Ser entrenador de niños pequeños es algo precioso. Muchas veces llego a los entrenos cansado de estudiar o pensativo por problemas personales y ellos con cualquier gesto te alegran el día. Son tan agradecidos, tan alegres, tan honestos… Los niños son mágicos”.
Alejandro Gil anima a todos los jóvenes a buscar su fuente de ingresos en el fútbol infantil “Es una gran experiencia”.
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